viernes, 23 de diciembre de 2011

Rutas micológicas

Hace tiempo, conocí un hombre mayor en Los Marines. Tenía un vocabulario peculiar, el mismo que se tiene cuando te llevas solo un montón de tiempo viviendo en el campo, y no tienes con nadie con quién hablar, solo tus cerdos y tus gallinas. Pues bien, este hombre tenía una peculiar forma de ver el mundo micológico.
El solía decir que con las primeras lluvias de septiembre, había que contar 21 días, y las setas salían. No era el único que lo decía, ya que mis padres siempre me lo han dicho. Pero no solo me decía este hombre, que a los 21 días salían los tentullos, tanas y galipiernos, que eran los que él cogía, sino que también, la tierra debía llevarse su parte de agua para nutriste bien.
Este año ha sido un mal año de setas, las lluvias llegaron tarde, y cuando llegaron, el frío “se echó”, y ya no salieron. Ahora vivimos una racha de calor, pero la tierra está muy seca. Esta mañana, cuando hemos salido al monte a entrenar, hemos visto un montón de níscalos secos, junto a otras especies que nosotros no reconocemos. Los níscalos eran pequeñitos, al igual que las otras setas del alrededor.
Esperemos que el año que viene salgan más, y que llueva antes, porque pensamos montar un montón de rutas micológicas por la zona, además de las actividades que siempre realizamos en el otoño.

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